sábado, 12 de septiembre de 2015

El castigo físico y el derecho al buen trato de tu hijo

el maltrato dejará huellas
El maltrato afectará la vida adulta de tu hijo(a)
El castigo físico y humillante contra niños y adolescentes forma parte de la vida de las familias de las distintas realidades, religiones y cultura de países, diferenciándose en la aplicación y nivel de crueldad.
Con frecuencia podrás escuchar algunas de las experiencias de aquellos padres que fueron maltratados y afirmando que “gracias” a esos castigos rechazados mundialmente son buenas y mejores personas, siendo incluso excelentes profesionales, esta expresión justifica de alguna forma el haber sido maltratado siendo luego padres callados, nada espontáneos, intolerantes, maltratadores o al contrario son muy permisivos, tratando de consentir de alguna u otra manera a sus hijos, evitando a toda costa caer en el error de sus padres, porque siempre hacen referencia al maltrato como algo necesario e imprescindible para corregir la conducta de sus hijos.

En la actualidad se ha demostrado que los castigos (halar el cabello, dar cachetadas, agresiones con palos, correas (cinturones), cables, chancletas o lanzarle lo primero que encuentre a la mano), los cuales van en aumento de acuerdo a la edad, no es la mejor ni la única opción para corregir conductas a los niños o jóvenes, sin embargo, aun en la sociedad algunos encuentran extraño a aquellos padres que no usan este tipo de mecanismos, por demás arcaicos, como método de corrección y a la vez también son criticados porque los catalogan con el mal concepto de “malcriar a los hijos”.
tus hijos no merecen un trato humillante

Todo este exceso en la corrección, obviamente, conducen a buscar soluciones, divulgación y promoción de las mismas, para lograr garantizar de alguna forma el derecho al buen trato por el alto índice de niños, niñas y adolescentes castigados, así como familias disfuncionales; evidenciándose que la formación de hábitos, valores, buena educación y garantías a la integridad personal (físico, psíquico y moral) se puede lograr sin maltrato pudiendo empezar a acercarse desde la empatía, comunicación, comprensión, respeto y tolerancia en la familia, para garantizar la igualdad desde una costumbre y opción de vida mas no desde una obligación moral y social.
Debemos amar sin condición, solo proteger para garantizar el goce y disfrute de nuestros hijos, fortaleciendo en el día a día los vínculos familiares, entendimientos de la niñez y la adolescencia a todos los niveles de la sociedad.

Art.32-32a LOPNNA derecho al buen trato y a la integridad personal

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