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El maltrato afectará la vida adulta de tu hijo(a) |
El castigo físico y humillante contra niños y adolescentes forma parte
de la vida de las familias de las distintas realidades, religiones y cultura de
países, diferenciándose en la aplicación y nivel de crueldad.
Con frecuencia podrás escuchar
algunas de las experiencias de aquellos padres que fueron maltratados y afirmando
que “gracias” a esos castigos rechazados mundialmente son buenas y mejores
personas, siendo incluso excelentes profesionales, esta expresión justifica de
alguna forma el haber sido maltratado siendo luego padres callados, nada espontáneos,
intolerantes, maltratadores o al contrario son muy permisivos, tratando de
consentir de alguna u otra manera a sus hijos, evitando a toda costa caer en el
error de sus padres, porque siempre hacen referencia al maltrato como algo
necesario e imprescindible para corregir la conducta de sus hijos.
En la actualidad se ha demostrado
que los castigos (halar el cabello, dar cachetadas, agresiones con palos,
correas (cinturones), cables,
chancletas o lanzarle lo primero que encuentre a la mano), los cuales van en
aumento de acuerdo a la edad, no es la mejor ni la única opción para corregir
conductas a los niños o jóvenes, sin embargo, aun en la sociedad algunos
encuentran extraño a aquellos padres que no usan este tipo de mecanismos, por
demás arcaicos, como método de corrección y a la vez también son criticados
porque los catalogan con el mal concepto de “malcriar a los hijos”.
Todo este exceso en la corrección, obviamente, conducen a buscar soluciones,
divulgación y promoción de las mismas, para lograr garantizar de alguna forma
el derecho al buen trato por el alto índice de niños, niñas y adolescentes
castigados, así como familias disfuncionales; evidenciándose que la formación
de hábitos, valores, buena educación y
garantías a la integridad personal (físico, psíquico y moral) se puede
lograr sin maltrato pudiendo empezar a acercarse desde la empatía,
comunicación, comprensión, respeto y tolerancia en la familia, para garantizar
la igualdad desde una costumbre y opción de vida mas no desde una obligación
moral y social.
Debemos amar sin condición, solo proteger para
garantizar el goce y disfrute de nuestros hijos, fortaleciendo en el día a día
los vínculos familiares, entendimientos de la niñez y la adolescencia a todos
los niveles de la sociedad.Art.32-32a LOPNNA derecho al buen trato y a la integridad personal
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